Una jornada que puso en valor el aprendizaje y la identidad de la escuela rural

 

El pasado 1 de diciembre, la Escuela Provincial Primaria Rural Nº 16 “Reverendo Federico Torres” de Tres Lagos celebró su cierre anual de proyectos, una jornada que trascendió la clásica exposición de trabajos y se convirtió en una verdadera fiesta del aprendizaje, del esfuerzo compartido y del inmenso compromiso que caracteriza a la educación rural.

Cada proyecto fue una ventana hacia el mundo, fruto del trabajo incansable de estudiantes y docentes que, día a día, construyen las condiciones para enseñar y aprender en un territorio donde la escuela no solo educa: acompaña, contiene y abre horizontes.

Los recorridos educativos del año abarcaron saberes tan diversos como significativos. Desde 1º grado, los más pequeños pusieron en valor la alimentación saludable, mientras que 2º y 3º grado se sumergieron en el desafío de cuidar el planeta, enfatizando el reciclaje como una herramienta transformadora y demostrando que los pequeños gestos generan grandes cambios.

El viaje continuó con 5º grado, explorando las maravillas del universo, descubriendo galaxias lejanas, la tecnología que permite observarlas y el lugar que ocupa el ser humano en ese inmenso cielo patagónico. A su vez, 4º grado trajo la mirada de vuelta a casa: la geografía de la Provincia de Santa Cruz, con su naturaleza asombrosa y su riqueza cultural.

En el campo de la Tecnología, 7º grado sorprendió con móviles articulados construidos con palancas, jeringas y agua, mostrando la potencia de la hidráulica en movimiento y el ingenio de manos jóvenes que transforman ideas en mecanismos funcionales.

El universo de los cuentos llegó de la mano de 6º grado, donde las y los estudiantes se animaron a inventar historias propias, descubriendo la fuerza creativa de la palabra escrita. Y, desde 7º grado y el espacio de Formación Ética y Ciudadana, se abordaron valores esenciales: buen trato, convivencia y respeto, pilares fundamentales para construir comunidad.

A su vez, el Inglés —trabajado en 1º, 2º y 3º grado— abrió nuevas puertas para comunicarse y comprender el mundo, mientras que la Expresión Plástica les permitió crear sin límites, pintar, mancharse y entender que el arte es libertad, juego y una forma de mirar la vida con belleza.

La Música fue el hilo invisible que unió la jornada, demostrando que la armonía se construye escuchándose, compartiendo y acompañando el tiempo del otro.

Y para cerrar, la Educación Física, desarrollada en el SUM comunal, enseñó el valor del esfuerzo, el juego limpio, la cooperación y la superación personal, recordando que el cuerpo es el primer instrumento y que los logros se celebran mejor cuando se alcanzan en equipo.

La jornada, que inició con el acto formal en el SUM escolar y culminó en el Gimnasio de la Comisión de Fomento, estuvo atravesada por un clima de orgullo, emoción y pertenencia. La escuela agradeció profundamente a las familias por acompañar cada paso, sostener la tarea educativa y confiar en el trabajo cotidiano de docentes y directivos.

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